De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
"No te enamores del Hardware, enamorate del Software"
-Friki estándar dándote un consejo amoroso.
"¡¿Es chica?! ¡Dame foto-tetas! ¡Dame dame!, ¡¿Quieres ser mi novia?! ¡Ya te rastree la IP, en unas horas estoy en tu casa guapa!
-Friki estándar hablando con una chica gamer.
Aproximadamente en 1990 empezaron a darse a conocer estos seres, creídos como fantásticos hasta ese momento. A día de hoy sigue sin considerarse una caractéristica loable en una mujer decente, por tanto hay muchas que siguen escondidas en el armario junto con su Sega Mega Drive. Unas pocas se proclaman orgullosas como chicas gamers, y al contrario de lo que la mayoría piensa, son rechazadas por el resto de su comunidad y tachadas de extrañas. Se estima que aproximadamente en el 2096 serán reconocidas como una especie importante del planeta, y dejarán de sufrir humillaciones por sus preferencias. Se dice, se rumorea, que son el sueño de todo gamer en su sano juicio, pero todos sabemos que un verdadero gamer no tiene tiempo para una relación de pareja, y menos si se tratara de compartir la consola. Y a los chicos "normales" no les interesan este tipo de mujeres ya que no pueden exibirlas cuales trofeos de caza, ya que la mayoría de chicas gamers prefieren no salir de casa y mirar vídeos del Youtube referentes a bugs de sus juegos favoritos.
La chica gamer por excelencia conoce gran variedad de tipos de videojuegos, desde acción, pasando por Rol, hasta plataformas. No confundir con las chicas que se limitan a jugar a los Sims o al Brain Training (puede ser un comienzo para convertirse en tan bella criatura de la naturaleza, pero per se no la convierte en gamer). A priori no son fáciles de reconocer, pues como se ha comentado anteriormente, suelen esconder esa parte de su personalidad para evitar asustar a sus interlocutores. Necesitan generar cierto grado de confianza antes de admitir sus pasiones secretas, y asegurarse en la medida de lo posible que ya han "atrapado" a su nueva amistad lo suficiente como para que no la aborrezca cual mojón de acera. Igualmente hay pequeños trucos que se pueden usar para reconocerlas:
Son personas que llevan una doble vida, siendo el perfecto estereotipo de mujer trabajadora y honrada, o en su defecto actuando como "chonis" ante los demás, y al llegar a casa y tras haber comprobado la batería de los mandos pertinentes, se encierran en sus mundos de fantasías. Con algo de suerte, consiguen reunirse un grupo de chicas gamers para formar coalición y así poder organizar partidas online o alternándose los salones de sus casas fingiendo que se reúnen para una sesión de tupper-sex o para peleas de almohadas, que es lo típico para lo que se reúnen las "chicas normales de toda la vida". En la intimidad del hogar se las puede ver con camisetas holgadas que retratan a sus personajes favoritos. Sus padres son personas completamentes normales, y si se preguntara a los vecinos dirían lo mismo que si fueran asesinas en serie: "Era muy maja y siempre saludaba en el ascensor".
Rara vez pierden el tiempo en fiestas (a menos que se trate de reuniones de Cosplay, en las cuales se disfrazarán para pasar inadvertidas, si es posible con máscaras o algún tipo de antifaz), a menos que se las presione y empiezen a tacharlas de "raras". Lo último que desean es ser centro de cotilleos, por tanto intentarán seguir al rebaño siempre que sea extrictamente preciso.
Desconfiad de aquellos individuos que en los juegos online se proclamen chicas con toda naturalidad, pues en su mayoría son hombres que sólo pretenden que jugadores de su mismo sexo les ayuden en misiones o les regalen objetos y dineros.
Por norma sus mejores amistades son del género masculino, pues son los que más abiertamente admiten disfrutar con los videojuegos. Aún así, ante ellos, intentan no dar a conocer que su vida pende de pasarse determinada fase, o que están esperando el nuevo título de Nintendo. Intentarán en la medida de lo posible disfrazar su pasión como si se tratara de una acción dirigida únicamente a pasar un rato divertido, y procurarán no demostrar su habilidad jugando, por ejemplo, al un videojuego de deporte. Esto es en parte para no herir el ego masculino (se desconoce el tío que haya accedido a jugar otra partida de Fifa con la mujer que le ha ganado previamente) y en parte para parecer desvalida y poder aspirar a una relación más allá de la amistad (se sabe que los chicos van de protectores, y ellas no deben dejarse ver como lo seguras y avispadas que son). Lo mismo sucede con los juegos de peleas: simulan toquetear todas las combinaciones de botones posibles aleatoriamente, para que al ganar, el hombre pueda decir que ha sido "suerte".
Se mezclan con personas de su mismo género únicamente para pasar inadvertidas. Han aprendido los conceptos básicos de maquillaje y moda para poder mantener una conversación casual, y si todo falla, recurren a la treta de señalar al chico guapo de turno para que sus congéneres cambien de tema. Si no hubiera chico guapo, ponen los ojos en blanco y se echan a llorar fingiendo cólicos menstruales, que eso nunca falla. Para saber llevar tacones han practicado en casa mientras jugaban a la Wii, ya que consideran que la mujer de orden natural debe saber caminar con tacones, aunque no les guste, una vez más para poder mezclarse con sus amigas sin levantar sospechas. En algunos pocos casos realmente traban fuertes lazos de amistad, y rara vez, al cabo de los años, descubren que su mejor amiga también es gamer, lo cual les aporta un elevado grado de felicidad. Se desconoce si tienen algún tipo de señal secreta para hacer más efectivo el hecho de encontrar mujeres en su misma situación.
En un estudio de la Universidad de Utah, en 1994, en el que una chica gamer fue sometida a un juego de lucha, al pasar las imágenes a cámara lenta, se podía ver como realmente estaba realizando un combo secreto, seguido de un fatality que todavía no se había desbloqueado en el juego. Cuando le preguntaron, se limitó a poner cara de póker y huyó haciendo la croqueta. No se ha vuelto a saber de ella.
En Francia, 1999, una chica de 27 años, madre de dos niños, fue encontrada por su marido jugando al Pokémon Amarillo. Al ver la cara de espanto de su pareja, fue a por tabaco. Está siendo buscada por abandono del hogar.
Un caso parecido se dió en Italia en 2004, con una muchacha de 22 años, en el cual su novio desde los 17 encontró en el historial varias páginas de juegos en red, uno de dirigir clubes de fútbol incluso. Al llegar a casa de trabajar y descubrir que se había olvidado de borrar el historial de la madrugada anterior, antes de que nadie pudiera pedirle explicaciones, dejó una nota despidiéndose de sus amigos, familiares y pareja y se marchó. Un primo lejano dice que la vio cuando se hallaba éste de vacaciones en Barcelona, en una feria del cómic, pero iba supuestamente disfrazada de Altair, se escondió en un carro de heno y por último desapareció nuevamente.
Poco a poco las chicas gamers le van perdiendo el miedo a admitir lo que son, al menos de cara a internet. Se pueden encontrar en varios blog haciendo críticas mordaces de los juegos actuales y más "retros", o participando en foros referentes a videojuegos. Aún así, suelen hacerlo tras la máscara de sus nicknames, que normalmente también usan para nombrar a sus personajes en juegos de rol. Esto hace 10 años no pasaba, eran desconocidas incluso tras la pantalla del ordenador. Se rumorea que por ahora sólo admiten en el cara a cara que les gustan los comics, mangas y animes, para ir tanteando los efectos en la sociedad. Por tanto se puede deducir que poco a poco son una comunidad más numerosa, y cuando se vean con un número suficiente de adeptas, dominarán el mundo.
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